José Carlos del Coso: Esta es mi opinión y afortunadamente solo tengo una. Le guste a quien le guste y le pese a quien le pese.


19 de junio de 2014

Incoherente I de España y marqués de telecinco



Si bien tras la humillación holandesa los problemas de España pasaban por sentar en el banquillo a Piqué, Alba, Xavi y Busquets, tras la humillación chilena sin Xavi ni Piqué ha quedado demostrado que la solución pasaba por no sentar en el banquillo a Vicente del Bosque. El entrenador salmantino, incluso cuando las cosas le iban infinitamente mejor, siempre ha dado la sensación de que jamás ha tenido una solución coherente a las diferentes adversidades que se le han presentado. Del Bosque se sienta en el banquillo, observa los partidos, aprecia que hay problemas pero desconoce la categoría y la raíz de los mismos. Ayer, la imagen del seleccionador fue la de un hombre superado dando palazos de ciego en la alineación titular, sabiendo que había cosas que cambiar pero sin saber qué debía cambiar y qué mantener. La sensación que deja Vicente Del Bosque es la de un mal artificiero pelando cualquier cable al azar mientras reza al Cristo del Corcovado para que sea el cable correcto y se enfade el menor número de periodistas posible.

El técnico salmantino no se ha enterado absolutamente de nada desde que se hiciese cargo de la selección allá por el año 2008 después de Cristo. Sus Albioles, Torres y Alonsos nos han acompañado hasta el final del abismo. La única pena que puede quedar es que Álvaro Arbeloa se haya librado de este final tan trágico y lamentable después de haberle aguantado su pobreza técnica e insuficiencia mental durante seis largos años. Del Bosque ha sido desacertado hasta para eso, Arbeloa era el futbolista que más merecía un final así.

De las incoherencias tácticas y personales del seleccionador en los últimos tiempos se podría escribir un libro de 1000 páginas. Desde Navas centrando a ninguna parte en 2010, pasando por Torres corriendo más allá de la línea de fondo ante defensas cerradas en su área en 2012 o seleccionando a Negredo en su peor momento en detrimento de Soldado y viceversa,  para acabar esperando a Diego Costa lesionado cuando se suponía que no iba a esperar a nadie en este mundial y menos en un equipo que lo ha ganado todo sin delantero centro puro. Que un hombre tan campechano sea Marqués de no sé qué ya es una incoherencia en sí misma. La incoherencia más dañina de todas ha sido la que ha venido mascullando en la última semana y la que ha acabado por tirar la última palada de tierra sobre la tumba de la selección. Algún día Del Bosque en un libro autobiográfico de memorias al que podría titular “yo, el marqués incoherente”, podría tener la amabilidad de explicarnos cómo es posible que señalase a Alonso ante Holanda y acabase pagando el pato Xavi Hernández ante Chile. Podría contarnos cómo habiendo fallado Sergio Ramos en tres de los cinco goles holandeses y Piqué solo en uno, se llega a la conclusión de que el central catalán está peor que el andaluz. O cómo se pasa de ganarlo todo sin un delantero centro puro a cambiar la alineación, las posiciones de los jugadores más importantes y la filosofía de juego por un delantero que ni está centrado ni es español puro.

La gran mentira de esta selección, a pesar de lo que diga telecinco, es que ha muerto con las botas puestas. A España se le colgó la etiqueta de que jugaba como el Barcelona más brillante por el mero hecho de estar repleta de futbolistas culés. Los jugadores blaugranas han arrastrado durante todos estos años a la selección la sensación que dejaban a lo largo de la temporada en su club. Pero era solo eso, una sensación. Lo más parecido al Barcelona de Guardiola, el más brillante, fue la España de Luis Aragonés que incluso le antecedió, curiosamente el combinado que menos futbolistas culés ha tenido en el último lustro. Lo único que ha coincidió en el tiempo entre el club blaugrana y la extinta roja ha sido la enorme competitividad. La belleza en el juego de la selección  siempre estuvo supeditada a la solidez defensiva con el doble pivote, al abandono a su suerte del uso de banda derecha con la omnipresencia de Arbeloa y las demoledoras apariciones para los intereses españoles de Fernando Torres en la punta del ataque.

La diferencia entre el mundial de Sudáfrica y este de Brasil es que en aquel que España ganó por la mínima al entrenador le dio tiempo suficiente para rectificar el desaguisado que él mismo armó con Fernando Torres y que aquel equipo, con cuatro años menos por puesto tenía la energía suficiente como para ganar aún arrastrando el maldito doble pivote. Probablemente, con un par de partidos más, Del Bosque hubiese llegado a la conclusión de que Casillas no le para un gol ni a Fernando Torres, de que no puede cambiar el estilo de un equipo para que juegue Diego Costa o de que el central que más falla es el que peor está. Al menos hoy ya sabemos que el problema no era Xavi y Piqué, hoy el problema parece ser que obedece a oscuros factores físicos y mentales, o al menos eso dijeron en telecinco.

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7 comentarios:

  1. Magnifico articulo que resume en gran parte los problemas que del bosque no a sabido solucionar en la seleccion. mas pendiente de lo que dice la presa que de lo que ve en el campo

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  2. yo creo que Mourinho sigue riéndose de nosotros cuando dijo que mantendría a Casillas ante Chile. Se rie de nosotros y se rie de del bosque.

    para mi, casillas y sergio ramos han sido los grandes culpables de esta ecatombe. Por supuesto del bosque tiene mas culpa por mantenerlos.

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  3. Si casillas no se va del Madrid lo va a pasar muy mal en los proximos años. si no al tiempo. En la selección se le consienten cosas que no le vamos a consentir en el madrid.

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  4. Pero vamos que si llegan a jugar ayer xavi y piqué nos meten otros 5

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  5. que obsesión con mourinho. pero realmente te/le importa tanto a la gente lo que diga un entrenador, creo que sobrevalorado, pero muy, muy bocazas?

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  6. Ventajismo de retrete. Y tienes razón en muchas cosas, pero tu bilis arbitraria y autoexplicatica impide la razonabilidad del conjunto y redunda en un par de grandes verdades: 1. "Cuando se gana, todos son muy buenos, cuando se pierde es momento del bocazas" y 2. "a toro pasado todos somos muuuuy listos". Lo dicho, eres muuuy listo.

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