José Carlos del Coso: Esta es mi opinión y afortunadamente solo tengo una. Le guste a quien le guste y le pese a quien le pese.


24 de mayo de 2014

La décima: No codiciarás los bienes ajenos



El Real Madrid es el único equipo europeo que nunca gana la Champions, el Real Madrid ganó cinco veces seguidas la Copa de Europa, aún en blanco y negro ganó otra, en su día la séptima, posteriormente la octava y hace doce años ganó la novena. Mientras el resto de clubes ganan el trofeo, el conjunto merengue parece que solo conquista números ordinales en género femenino. Como si sus logros, objetivamente ambivalentes con los del resto de ganadores, fueran completamente diferentes por el mero hecho de haberlos conseguido en más ocasiones que nadie. Si en 1966 hubiese existido la Sexta TV, el titular en los periódicos hubiese adquirido un doble sentido. Qué periodista medianamente creativo se hubiese resistido al juego de palabras de “El Real Madrid conquista la Sexta”. Sin embargo, la conquista de la Sexta copa de Europa y la conquista de la televisión privada no ha coincidido en el tiempo, pues la sexta siempre ha emitido en color.

El uso metonímico de la expresión “la décima”, sustituyendo lo que todos percibimos por esa mínima parte que solo perciben unos pocos cuando aspiran a ganarla, solo puede ser considerado como una herramienta propagandística más cercana a la soberbia que al orgullo. Si esta noche gana el Real Madrid habrá ganado “la décima”, si consigue vencer el Atleti, tan solo habrá ganado la Champions como tantos otros lo han hecho ya. La corriente de enumerar y recordar la cantidad de veces que el Madrid se ha proclamado campeón está tan extendida como un virus por todos los medios de comunicación nacionales. En los frentes europeos, los países suelen ser más respetuosos con los clubes que participan y con la propia competición.

Lo cierto es que Santiago Bernabéu inventó la competición junto al director del diario francés L'Équipe y quizás por ese motivo el entorno merengue considere tener sobre el torneo un sentimiento de propiedad no inferior al que pueda poseer sobre el trofeo veraniego Santiago Bernabéu. La décima, la dichosa expresión encierra en sí misma una obsesión posesiva sobre algo tan intangible como la reputación o la admiración del prójimo. La sensación que se transmite con su uso es que de partida el trofeo pertenece exclusivamente al Real Madrid, descartando al diario francés cofundador pues no es un equipo a pesar de su paradójico nombre, y cada vez que otro club lo levanta es como si sonase la alarma antirrobo en el estadio de la Castellana. Mientras el resto de clubes codician un bien ajeno, el Madrid persigue un bien propio y exclusivo, pues nadie en Europa tiene nueve números en sus vitrinas.

Técnicamente y desde el punto de vista comercial, sustituir Champions por décima, no tiene rivalidad en el campo de la prepotencia. Es una forma de hacer un repaso histórico de la vida burguesa en Europa del club blanco con una sola palabra. Es un Bocinazo  constante en las orejas del resto de equipos que tradicionalmente han tenido aspiraciones de conquistar la ansiada competición. El aficionado común lleva doce años escuchando lo de la décima y no sorprendería que hubiesen temblado los sillones de la Real Academia de la Lengua por el temor de que el Real Madrid se apropie del número por desgaste si no consigue ganar en Lisboa. Quién sabe cuándo su propia competición le ofrecerá una nueva oportunidad tan evidente.

Cada equipo que disputa una final contra el Madrid juega en inferioridad de condiciones porque juega contra su peso histórico y contra su eslogan. El ejemplo más próximo es el del Atleti que juega esta noche para ganar el partido más importante de su particular historia en la competición, mientras su rival se ha autoerigido en pura historia de la misma.

El axioma madridista de la décima es tan injusto como tramposo, pues es el Real Madrid el único equipo que está en disposición de conquistarla. Pareciese que hoy ambos equipos madrileños pelearán por conquistar trofeos diferentes y desiguales. La consideración más sensata para el fútbol y para la propia entidad blanca es la de que todas las Champions son iguales e indistintas, pues en caso contrario alguien podría ponerse a diferenciar todas las veces que el Madrid ha ganado en Europa y llegar a la conclusión de que sus primeras cinco copas no poseen el mismo valor de las últimas por simple lejanía a la fecha de fundación del torneo y a los propios fundadores.



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4 comentarios:

  1. las primeras cinco copas de europa del madrid no deberían tenerse en cuenta. Si ahora presionan a los árbitros, imaginaros lo que no habrán hecho aquellos primeros ños desde que fundaron el torneo.

    yo siempre considero que el madrid solo tiene 4 champions. yo y mucha gente honesta.

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  2. me parece un escandalo k el madrid sea socio fundador de la copa de europa y no le den la misma difusion que al echo de haberla ganado en sus primeras cinco ediciones. eso se llama memoria selectiva a saber que fue mas importante si las carreras de gento o la fundacion de la competicion. todo lo que rodea al madrid huele mal.

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  3. Para mi las primeras copas del madrid tienen la misma validez k sus trofeos santiagos bernabeu como deja caer del Coso. Saludos a todos.

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  4. Las primeras Copas de Europa del Madrid son botijos. Esta gente hoy día ya no engañan a nadie, eso era en el siglo pasado.
    Además que se pueden considerar trofeos ilegales porque los consiguieron con un jugador robado, Di Stéfano, y todos los títulos ganados con ese jugador deberían retirárselos por fraude.
    De hecho, ya somos muchos, los que no contamos esos títulos en sus vitrinas ni tampoco los del Pelotazo de Aznar.


    Aquí lo explican muy bien: http://marbcn2510.blogspot.com

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