José Carlos del Coso: Esta es mi opinión y afortunadamente solo tengo una. Le guste a quien le guste y le pese a quien le pese.


6 de abril de 2014

Rosell ha votado NO



Era el verano de 2011 y Sandro Rosell confesaba en TV3 con mucha preocupación y seriedad las medidas que había tomado su junta directiva para reducir la deuda del Barcelona. Se habían visto en la obligación de pegarle el tijeretazo a las secciones deportivas del club.  No había presupuesto para desplazar al equipo de beisbol más allá de Cataluña y al filo de la lágrima admitía que "Sufrimos con ello. Quitamos el cáterin en los actos, nuestros guardaespaldas... (Silencio para tomar aire) E incluso se han dejado de hacer fotocopias en color en el club. Ahora las hacemos en blanco y negro y ahorramos en tóner hasta 30.000 euros". Me alegra pensar que la época de penuria económica ya no habita en la avenida de “les corts”. Lo dice el resultado del referéndum porque el “soci” ha dicho sí al macro proyecto de 600 millones que le han sugerido sus representantes para “estirar la cara del estadio”.

Con la primavera ha vuelto el color a los despachos del Camp Nou. Se acabó la hambruna durante esas eternas reuniones para afrontar el caso de Neymar o la sanción de la FIFA. El hambre agudiza el ingenio, pero qué demonios, ya se les ocurrirá algo y además hay dinero de sobra para picotear entremeses ¡llamad a la empresa de cáterin! Atrás quedaron las persianas bajadas en los domicilios particulares por si algún “peligroso” sicario tirotea con una escopeta “letal” de aire comprimido alguna “fachada”, como la de Sandro. Ya no hay nada que temer, ya se pueden contratar guardaespaldas. Que contraten muchos, que Bartomeu las tiene muy anchas. Ya no hay motivos para dejarse la vista en esos documentos carbonizados por el apurado tóner de las desaprovechadas impresoras. Ya se pueden leer los reglamentos de la FIFA con claridad cristalina, ya pueden imprimirse en color, ya puede volver a redactarse el desglose del contrato de Neymar para que no haya más margen de error. Volvió el color al desgastado archivador de las imputaciones judiciales y volvió una media sonrisa a Bartomeu porque esta vez la decisión es del socio y solo al socio se le deberá.

Según se deduce, el proyecto de Laporta para la reforma del Camp Nou era viable, porque el de esta junta ha sido aceptado por los socios valiendo más del doble, pero qué coño, si este es más caro debe de ser mejor. Recuerdo cuando Rosell se desvinculada de la reforma proyectada por Laporta afirmando que “Estoy absolutamente en contra. Es una locura. No tiene sentido que se haga”, “A mí ya me encanta el estadio como está, solo hay que estirarle un poco la cara”.  Con cuarenta millones le sobraba, no lo digo yo, lo decía por escrito su programa. El bueno de Sandro ha demostrado que es un hombre de palabra y no hace falta suponer que si hace seis años le parecía una locura el proyecto de Laporta, ayer votase que NO como socio coherente y abonado.

La fidelización del socio culé ha costado una rueda de prensa gratis contra la FIFA y una dosis de oscuras suposiciones contra el Real Madrid. La institucionalización ha costado un poco más cara, un millón de euros contantes y sonantes y un montón de favores adeudados en medios de comunicación. La cantidad lo merece porque no es fácil convencer a alguien de hipotecar su club, su futuro y sus sentimientos para convertir su estadio en una tienda como intenta hacer Florentino Pérez en la Castellana. Porque esta junta directiva se mueve sin ingenio, con poco aplomo y demasiado mimetismo. Cobarde pero efectivo, la única forma de no equivocarse es caminar a la par con el rival. Sus decisiones son engendradas por la insensatez de aceptar el ideario madridista con tal de alejarse del laportismo empujados por la envidia.

El resultado de la votación respalda el proyecto pero un 25 por ciento en contra lo despoja de ilusión y lo llena de recelo. Y en medio de todo, la falsa indolencia del socio que ni pincha ni corta ni vota, con cara de cansancio pero con la mano en el bolsillo por si se ve obligado a desenfundar el viejo voto del pañuelo. El referéndum deja en Bartomeu la huella de la duda. Demasiada abstención, demasiado volumen de incertidumbre incontrolada para mantenerse en un cargo que no le corresponde más allá de un periodo razonable. Son demasiados culés en silencio como para no hacerle sentir lo que realmente es, un presidente en funciones que ha usado de forma amoral su derecho a referéndum.

“La Institución, el Club, la Junta Directiva y los ejecutivos actuarán con honestidad, ética, transparencia, austeridad, eficacia y profesionalidad”. (Frase extraída de forma literal del programa electoral que difundió la actual junta directiva del FC Barcelona en 2010).

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6 comentarios:

  1. buenísima reflexión señor del coso. si este artículo se hubiese difundido antes del referendun entre los socios, otro gallo le hubiese cantado a esta junta directiva,

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  2. Que el Nou Camp estaba una mica vell y precisaba un estiramiento nadie lo duda, pero esta decisión puede hacer que no haya dinero para entrenadores y grandes jugadores y signifique un declive deportivo del club. El Barça no es el Bilbao, aquí los jugadores son de cualquier parte y más importante que el campo

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  3. Plas plas plas. no deja ustes de asonbrarme señor del coso. el articulo es para enmarcarlo y ponerlo en la cabesera de la cama

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  4. Tanto hacer fotocopias en blanco y negro y ahora hay que pagar el dinero ahorrado en multas. Y mientras en el campo seguimos con un equipo cada año más débil. El dinero debe ponerse en el campo y ganando títulos es como se ahorra.


    Os dejo algo que os alegrará el día: http://marbcn2510.blogspot.com

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