José Carlos del Coso: Esta es mi opinión y afortunadamente solo tengo una. Le guste a quien le guste y le pese a quien le pese.


4 de febrero de 2014

Los que cruzan la calle sin mirar



Los gránulos se empiezan a deslizar lentamente por el reloj de arena para Miguel Ángel Ayza Gámez. No hay vuelta atrás, nadie podrá pararlo, descenderá esta temporada de categoría, lo dijo anoche Enrique Marqués en su programa nocturno. Siempre he admirado esas dotes ocultistas en algunos periodistas, esa capacidad de hacer del futuro presente, el dominio de la cábala en el plató de televisión y de convertir su información en ley. Jamás vi a Octavio Aceves por la universidad, quizás impartiese cátedra en otra facultad de periodismo. Y no es por criticar a esos mensajeros del futuro agarrados a un micrófono, pero si yo tuviese esa habilidad aprehendida, también la usaría para rescatar del futuro los hechos venideros para compartirlo con los lectores en el presente; pero si yo hubiese podido cursar ese máster masónico, creo que emplearía todos mis esfuerzos en avisar a mis lectores de tragedias venideras en sus vidas. Es una auténtica pena que Enrique Marqués haya dedicado su dilatada carrera al mundo del deporte y no a la meteorología, podría prevenirnos de nevadas, inundaciones o sequías, podría sustituir en carne y hueso el conflictivo protocolo de Kioto por el protocolo de Florentino.

Cada virtud tiene su penitencia, la vida deja de tener sentido para aquellos que tienen la capacidad de sustituir la emoción por la premonición, la vida carece de sentido para Enrique Marqués. Debe ser traumático para Ayza Gámez, que a estas horas estará respirando la salinidad del aire en las costas valencianas, saber que no puede parar ese reloj de arena que de forma irremisible le conduce a segunda división, que haga lo que haga de aquí a final de temporada acabará con sus apaleados huesos en un descenso profesional. Y debe de ser corrosivo pensar al mismo tiempo, que su verdugo, su mensajero del miedo, vivirá en un palacio de oro a costa de saber los resultados deportivos, el gordo de la navidad, la enfermedad de tus hijos o la matrícula del coche que habrá de pasarte por encima al cruzar la calle sin mirar.

Admiro esa humildad de que quien se sabe especial y no hace  epifanía evidente de poderes tales como saber que la expulsión de Ronaldo se debe a la confrontación del luso con Gurpegui y no con Iturraspe. Y no es opinión, es información explicada en la tribuna televisiva al estilo de Epi y Blas, cerca, lejos, información, opinión. Ayza respirará esa salinidad con intranquilidad, cómo lo hace, cómo puede saber algo que solo el propio Ayza sabe. Cómo evitar que Enrique Marqués invada los pensamientos ajenos más allá de todo razonamiento físico y lógico. Desde anoche Ayza no es el mismo, es ese árbitro que pasea por la playa de la malvarrosa con su cabeza envuelta en papel de aluminio para que Enrique Marqués no consiga revelar sus secretos más íntimos, los recuerdos de su infancia, las intimidades con su mujer, sus fantasías sexuales, las mentiras piadosas con sus amigos.

Cómo podría el comité de competición astillar la navaja de ockhan por no llevar la contraria a una información de Enrique Marqués extraída de la mente del colegiado valenciano con poderes sobrenaturales. Cómo pueden tres juristas de desconocido prestigio guiarse por lo que leen en un acta escrito por el propio colegiado y hacer caso omiso a la información confidencial que anoche lanzó en tiki taka el gurú de la comunicación deportivo-esotérica.

Anoche entendí por qué Enrique Marqués nunca revela una sola fuente de información aunque no perjudique a nadie y por qué siempre pide a los espectadores que le crean por una cuasi cuestión de fe, como si le revelasen los datos en un secreto de confesión. Anoche la fuente de información fue el cerebro de Ayza Gámez y yo llevo desde esta mañana un rollo de papel de aluminio envolviendo mi cabeza.
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7 comentarios:

  1. joder me e partido el culo leyendo y encima as dicho una verda como una catedral

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  2. Es cierto que el tipo este lo he vito mas de una vez pedir a la audiencia que le crea y en vez de aportar puebas de lo que dice poco le ha faltado perdir por favor que le crean.

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  3. Jajaja. Es el enemigo de Xavier de los X-men

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  4. http://i.minus.com/ibxoIaAK9ETufZ.gif

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  5. Este periodista es bazofia merengue.

    Y no es de ahora, sino que llevamos desde siempre viendo como si hay un árbitro que se atreve a aplicar el mismo reglamente al Madrid que al resto de equipos lo crucifican.

    Recordad el caso de Rigo, uno de los pocos árbitros decentes del franquismo.

    Como reconoce el ex-árbitro Iturralde: "La mayoría de árbitros son del Real Madrid": http://xurl.es/h47fq

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  6. Hace tiempo que busco la opinión deportiva fuera del ámbito de la Sexta y de Cuatro, parece mentira que una TV como la Sexta, que en la información general, y en varios programas sea tan progresista, y, en lo deportivo raye en el esperpento merengón.
    Ofenden a los aficionados que no sean madridistas, no hay forma que alguien en ese medio, por lo general muy bueno, pongo remedio a la situación, y hagan una información deportiva veraz e imparcial. De Cuatro no comento, porque eso no tiene remedio, que queda de aquellos lejanos tiempos de Candau?

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