La risa macabra de las hienas

Lean hasta el final porque aún siguen coleando y lo seguirán por muchos años, las hienas del vídeo que TV3 hizo público la semana pasada en referencia a Messi y el Real Madrid. Es lamentable que una televisión pública como la catalana gaste el dinero de los contribuyentes en la edición de un vídeo de tal calibre. Increíble diría yo, que una institución pública se atreva a publicar tal sucesión de imágenes. Las televisiones autonómicas recibirán este año la friolera de 700 millones de euros de los contribuyentes. En 2012 TV3 contó con un presupuesto de 333 millones de los que 250 partieron de la Generalitat. Por eso me resulta inaceptable que una televisión que cuenta con tales recursos haga un vídeo que técnicamente podría estar firmado por los becarios de Punto Pelota o 13TV. El catalán es un ente que cuenta con infinidad de grandísimos profesionales, por eso también me cuesta creer que hayan podido emitir tal atrocidad técnica, pues el vídeo parece sacado de YouTube. Falta de continuidad entre las imágenes de Messi y la de los animales, escasez de recursos técnicos, poco brillo y falta de contraste, y en definitiva., mala calidad de la imagen, sobre todo las que corresponden a las hienas ¡Los ciudadanos no podemos consentir que se despilfarre nuestro dinero, queremos mejor calidad de imágenes¡ Supongo que el responsable de la edición del vídeo en ningún momento ha pretendido que su obra de dos minutos sea nominada a los globos de oro o comprada por National Geographic, pero no se puede pecar de tanto amateurismo. El ciudadano medio que paga sus impuesto espera mejor calidad de imágenes en los entes públicos. Aquí acaban mis críticas negativas hacia este vídeo.

Por lo demás, el reportaje me ha parecido gracioso e inteligente en el tratamiento metafórico. Una buena idea, mal ejecutada técnicamente que me ha recordado a aquella película cuyo nombre he estado intentando olvidar durante años: “las ovejas asesinas”. Un bodrio neozelandés que vendían los manteros en los mercadillos como la quintaesencia del terror en el séptimo arte.  En el cine, la línea que separa el terror y la comedia es muy fina, como en el vídeo de las “hienas blancas”. Aquella sucesión de escenas absurdas en la que uno de los protagonistas copulaba con una oveja para engendrar una nueva especie terrorífica, me produjo más carcajadas que incluso el “algo pasa con Mary” de Ben Stiller y Cámeron Díaz.

El contenido visual que tanto ha afectado a corazones tan sensibleros tan solo refleja una realidad con una buena metáfora. Me imagino, a esos compañeros de medios de comunicación tan estirados y educados que hoy, ayer y anteayer se rasgaban las vestiduras tapando la cara de sus hijos menores de dieciocho años mientras salían las hienas en el vídeo y despejándoles la cara cuando las imágenes mostraban la tortura Real que Messi ha venido sufriendo en los últimos diez clásicos. Quizás, si el vídeo se hubiese publicado hace treinta años, la ley hubiese obligado a emitir en antena dos rombos de color merengue con bordes morados, como a la escena de la cópula con la oveja asesina. O quizás, en la actualidad, a algunos les haya parecido mal que TV3 no hubiese emitido la advertencia de que “las imágenes que vamos a emitir pueden herir la sensibilidad de espectadores hipócritas y madridistas sin sentido del humor y con renovado sentido del honor”. A otros les parecerá mejor que Green Peace emprenda acciones legales contra TV3 para preservar el buen nombre de las “hienas manchadas”.

El Real Madrid se halla en estado de estupefacción ante las imágenes emitidas y los futuros resultados que se pueden desprender de ellas. Cuanto menos resulta curioso que una entidad como la merengue, dedicada al fútbol, y que en los últimos años también se ha especializado en la edición, publicación y envío de vídeos a la Uefa para denunciar las actitudes de los jugadores culés manchando su reputación en un intento de reventar una final de Champions, no se solidarice con sus compañeros de TV3 en unos momentos tan difíciles. Lejos de esta postura, la madridista es la de denunciar a la televisión catalana. Mi gran duda es si les reclamará daños morales para unos futbolistas que en la mayoría de ocasiones, como se demuestra en el propio vídeo, pecan de inmoralidad, o daños colaterales porque este puede ser el principio del fin de la cacería a Leo Messi que los árbitros suelen ver con los prismáticos al revés sentados en un lejano 4X4 en medio de la sabana africana ¿Acaso duele más la imagen de una hiena que el codo de Arbeloa? ¿Acaso causa más dolor la risa macabra de un animal que los tacos de Xabi Alonso?

Lo que ocurre es que en la “meseta” pensaban firmemente que en el “país pequeñito” iban a estar poniendo la otra mejilla eternamente como le ocurría al personaje de Santiago Segura en la película “muertos de risa” que protagonizó junto a “el Gran Wyoming”. La falta de costumbre madridista ante la pasiva reciprocidad catalana durante años ha causado tal indignación. Ahora existe otra patente de corso en las ganas de hacer daño, jarabe de palo con billete de ida y vuelta en un eterno puente aéreo.

El hombre y la tierra, el futbolista y el animal siempre han estado asociados en la salud y en la enfermedad, en la pobreza y en la riqueza. Los futbolistas siempre han aceptado al animal por esposo, como lo hizo Butragueño como “buitre”, Germán Burgos como “mono”, como lo ha hecho Falcao como “tigre”, como lo han hecho los leones en San Mamés, los murciélagos en Valencia y como lo tendrán que hacer los madridistas como “hienas blancas”. Porque, no se engañen los madridistas, algún día tenía que pasar, son solo cuestiones de la causa y el efecto. A Butragueño le tocó ser “el buitre” en la salud y a algunos jugadores del actual Real Madrid les ha tocado ser hienas en la enfermedad.